La escuela trata día a día de incorporar en la actividad del aula situaciones, elementos y materiales que le devuelvan al niño esas otras ocasiones de aprender disfrutando las características reales de los objetos especialmente de aquellos que forman parte de nuestra vida cotidiana como son las hojas, flores, troncos, legumbres, plantas, frutos secos, pan… ya que son de fácil utilización durante todo el año según el tipo de experiencias que se pretenda realizar con ellos.
De la misma forma ocurre con el papel, ya que este es un material atractivo, y es de los pocos elementos que el adulto le permite deformar y romper. El tamaño del papel debe ser el adecuado a la edad, las texturas deben ser variadas y los colores del papel atractivos. Desde esta óptica el papel deja de ser el soporte exclusivo para escribir y dibujar algo concreto para convertirse en un soporte de expresión.
Talleres y criterios para su organización:
Los talleres cubren gran parte de las necesidades metodológicas, genera el desarrollo y puesta en práctica del nuevo modelo educativo y por tanto del actual curriculum. Es uno de los vehículos idóneos para conseguir las capacidades que se proponen en la etapa de educación infantil. Para la organización de los talleres habremos de a los criterios referidos al alumno, al contenido, al tiempo, a los materiales, y a las actividades. Los talleres son una rica fuente de experiencias que deberemos incorporar en la programación educativa. El taller deberá de estar durante todo el curso para que se vayan desarrollando y perfeccionando diferentes capacidades motrices y sensitivas y todo ello explorando su medio físico y social.
Los objetivos didácticos de estos talleres deberán de ser de carácter general, como:
- Seleccionar material motivador.
- Proponer manipulación de objetos con distintas cantidades.
- Trabajar con el material.
Los criterios generales que se tendrán en cuenta son:
- espacios
- tiempos
- materiales
- agrupamientos
Durante los talleres el papel del profesor será el de apoyar y dinamizar las tareas y así llevar un seguimiento de cada niño. Se recomienda un establecimiento flexible de normas para la recogida y uso del material.
Los juegos con agua:
El niño desde pequeño siente la atracción al agua, le gusta oírla, chapotear, tocarla…iniciando así un camino de aprendizaje a este medio que le va a permitir el disfrute de ella.
La realización de actividades de agua se debe de hacer en el medio donde esta se encuentra, en el grifo, playa, río, manguera, piscina… y es recomendable hacerlas cuando las condiciones meteorológicas lo permitan. Valdrán todo tipo de aguas y se utilizaran cubos, amasadores, tierras, objetos para mezclar y todo tipo de juguetes o instrumentos validos para usar con agua. Se le dará a l niño la libertad de elegir lo que va a hacer y los objetos que va a utilizar.
Los juegos con materiales naturales:
Es el juego por excelencia que los niños han utilizado durante toda la vida, quizás por la carencia de juegos más industrializados
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