lunes, 17 de octubre de 2011

SIMBOLIZACIÓN, EXPRESIÓN Y CREATIVIDAD

Hay tres razones fundamentales para dibujar en el niño:
          desarrollar el proceso simbólico.
          desarrollar la capacidad de expresión
          impulsar la creatividad
Formando así una base para el desarrollo intelectual del niño
Piaget pone de manifiesto la tesis de que el desarrollo de la expresión plástica constituye un proceso de simbolización imprescindible para el desarrollo intelectual del niño.
Los niños son seres humanos en pleno desarrollo de su inteligencia, conscientes del mundo a través de su sistema sensomotor. Un individuo avanza intelectualmente al pasar por determinadas experiencias como resultado del conocimiento del mundo.
Piaget plantea que el juego es el principal proceso de simbolización que se realiza en la vida e incluye la expresión plástica como un juego más. El juego es un proceso de imitación en el que se manifiesta la inteligencia.
Los niños convierten el dibujo en una actividad lúdica, el juego para Piaget es el complemento de la imitación.
Con respecto a la representación cognoscitiva, el autor ha clasificado las diferentes formas del pensamiento representativo mediante los tres estadios evolución, imitación, juego simbólico y esperiencia cognitiva.
Estrada argumenta dos ideas con respecto al tema:
- La primera es que el niño junta lo subjetivo y lo objetivo mediante la actividad plástica.
- La segunda es que las capacidades interesantes implican el desarrollo mental del niño
.
La creatividad y las manifestaciones plásticas cobran una gran importancia en la educación infantil. No es solo un proceso de expresión sino como dice Cizek también es arte.
Herbert Read nos dice que las manifestaciones plásticas infantiles son fruto de la necesidad de expresión infantil.
La expresión individual es necesaria para la salud mental del niño. Además, el arte infantil es un medio no un fin.
Read nos dice que el arte debe de ser la base de la educación.
También desarrolla la idea de la educación artística como vehículo de globalización. Según éste deberíamos entender lo que es un dibujo como un razonable equilibrio entre la adquisición de conocimiento , la habilidad manual y el empleo de ambas cosas en la expresión de ideas, por eso afirma que los dibujos infantiles no son un intento de representar la realidad.

La teoría expresionista de las manifestaciones plásticas infantiles junto con la teoría creativa de Lowenfeld configura la corriente denominada como de la autoexpresión.
Para que los maestros puedan dotar a sus alumnos de los estímulos correctos, adecuados a cada nivel de edad Lowenfeld escribió este libro.
Las ideas principales son:
Desarrollar la creatividad del niño para conseguir que los individuos sean más creativos.
En el arte importa el proceso mismo de creación.
El arte solo puede ser comprendido en relación con las etapas de crecimiento.
Los dibujos infantiles son expresión plástica de sus sentimientos.
El crecimiento estético consiste en el desarrollo logrado desde lo caótico hasta la organización armoniosa  de la expresión, donde se integran completamente el sentimiento, el pensamiento y la percepción.
El autor nos habla de que el maestro ha de ser un potenciador de las experiencias del niño puesto que, en la actividad creadora infantil la necesidad de expresarse depende de la intensidad de la expresión vivida, es decir, que cuanto más intensa sea mayor será el deseo de expresión. A su vez, las técnicas utilizadas deben ser elegidas de acuerdo con la etapa de desarrollo en la que se encuentran sus alumnos. En cuanto a la evaluación de los trabajos debe depender de los méritos individuales de cada niño y de cada etapa de crecimiento.

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